calculadora astra

Metal y  baquelita
Museo del Gas de la Fundación Gas Natural Fenosa
c.1940-1950
CL-0097 AD

© Fundación Naturgy, 2020

Esta calculadora es una muestra de ello, a pesar de que ahora nos parezca un objeto obsoleto en su época fue la revolución de las calculadoras. Se trata de una calculadora manual adaptada, el núcleo es de hierro y la carcasa de baquelita negra. Los primeros modelos de esta calculadora fueron diseñados por John E.Greve en torno a 1922 y fabricada por la Astrawerke, en Chemitz (Alemania).

Este modelo en concreto está basado en el modelo de la Dalton (con diez teclas), pero con la ventaja de incorporar las teclas 00 y 000 con lo que se desarrollaba mayor rapidez en las operaciones.  Esta pieza formó parte de las oficinas de contabilidad de la Sede de Naturgy, en el Portal del Angel de Barcelona.

El origen de las máquinas de calcular, viene de los ábacos, objetos construidos con un marco de madera y alambres con bolas deslizantes. Los ábacos fueron utilizados durante siglos antes de la implantación del sistema escrito numeral árabe.  En el siglo XVII fue cuando William Oughtred inventó la regla de cálculo en 1622, y en 1930 Richard Delamina construyó la primera calculadora.  Unos veinte años después, en 1642, el filósofo y científico francés Pascal inventó la primera calculadora mecánica, también llamada Pascalina. La industria evolucionó poco a poco pero no fue hasta el último cuarto  del siglo XIX en que se presentaron importantes avances en las calculadoras mecánicas.

En 1872 Frank Stephen Baldwin inventó la calculadora de rueda dentada, el gran avance para este tipo de máquinas, ya que fue el inicio de la nueva era de calcular, las máquinas basaban sus interiores en ruedas dentadas y pulsadores.

Durante la primera mitad del s.XX se mantuvo el desarrollo gradual de las calculadoras mecánicas, la fecha más relevante fue en 1914, cuando Dalton, presentó la primera sumadora-listadora de su tipo, solo de diez teclas, como la que presentamos.

Desde principios de los años 1900 hasta la década de 1960, las calculadoras mecánicas dominaron el mercado de computación de escritorio, eran máquinas que facilitaban el trabajo a los contables, pero no dejaban de ser aparatos grandes y pesados.

A partir de los años 70, las calculadoras mecánicas fueron sustituidas por las electrónicas, piezas más pequeñas, permitiendo los modelos portátiles y prácticos ya que eran alimentados por baterías. La industria evolucionó hasta llegar hoy a las calculadoras de bolsillo que hoy conocemos.