Hornillo número III de Corberó

El hornillo número III de Corberó es un modelo de gasodoméstico que empezó a fabricarse en España a partir del 1930. Pere Corberó Trepat patentó este popular modelo tras investigar con los inyectores y quemadores de gas en el taller de su padre y de realizar más de 300 pruebas. El resultado fue un aparato novedoso y de uso sencillo, que la empresa fabricó en serie y lanzó al mercado a un precio muy económico. La fabricación del aparato se diseñó con el objetivo de optimizar los gastos de producción del producto. Así, la fundición del cuerpo central, la de los quemadores de latón y las llaves de paso, la realizaron tres fabricantes distintos.

Este gasodoméstico permitía cocinar y calentar de manera más rápida y segura que sus modelos predecesores. El aparato contaba con un economizador y un dispositivo para regular el aire de acceso, además de un sistema de limpieza interior. Gracias a la fácil manipulación y a su precio económico, este modelo de hornillo se introdujo fácilmente en los hogares españoles, convirtiéndose en un icono de modernidad y confort.