El edificio original del Museo del Gas fue construido en 1899, en la época del neoclasicismo romántico, bajo la dirección del arquitecto modernista Juli Batllevell.

El industrial Joan Brujas Pellicer, propietario de La Energía, S. en C., empresa que el año 1913 pasa a formar parte de Catalana de Gas y Electricidad, S.A., encarga la obra con la finalidad de construir un edificio industrial de producción de electricidad.

Este edificio es conocido popularmente con el nombre de La Energía y se encuentra en la plaza Duc de la Victòria de Sabadell, donde actualmente hay la Plaza del Gas. Era una central de producción de electricidad a partir de motores de gas.

La restauración y la museización de La Energía

La primera reforma del edificio se lleva a cabo en 1976 por parte de los arquitectos Pedragosa, Sauquet y Valls. La reforma consiste en una renovación de la planta baja y una ampliación del edificio al añadirle el altillo.

La obra más importante de rehabilitación tiene lugar en 1988 con la construcción del edificio esquinero de  la calle Advocat Cirera que realizan los arquitectos Gómez y Ferrer. Se levanta una nueva planta en la nave de producción, se amplía el sótano, se completa con dos plantas el edificio esquinero con la calle Advocat Cirera y se abren nuevos portales de acceso por la Plaza del Gas.

El año 2007 la Fundación Gas Natural adjudica el proyecto arquitectónico del Museo del Gas al estudio Dani Freixes & Varis Arquitectes. El año siguiente también les adjudica el proyecto de museografía interior y, el año 2009, se inician las obras con una nueva remodelación y parte de una nueva construcción, que terminan el otoño del año 2011 con la apertura del museo. El proyecto museográfico de Varis Arquitectes representa un claro ejemplo de recuperación de patrimonio industrial para ofrecer un nuevo centro cultural a la ciudadanía.

Actualmente, el edificio La Energía se encuentra protegido por el Plan de Protección del Patrimonio de Sabadell (PEPPAS, 1988) y el Plan Especial de Protección del Patrimonio de Sabadell (PEPPS, 2005).

Un edificio sostenible

El Museo del Gas cuenta con un edificio eficiente y sostenible que se hace patente en  su diseño. Por este motivo, tanto en la rehabilitación y construcción del edificio, como en el derribo inicial de las partes no protegidas, se han aplicado criterios de sostenibilidad basados, entre otros, en la reducción de requerimientos energéticos, la generación de energía de forma eficiente y a partir de fuentes renovables, la eficiencia en el uso del agua, la utilización de materiales de bajo impacto ambiental y la minimización de generación de residuos.

Algunos ejemplos de esta adecuación, desde una perspectiva bioclimática, son la utilización de materiales reciclados en el armazón de la nueva fachada, la construcción de un aljibe y una pérgola fotovoltaica en el Mirador, la instalación de alumbrado de bajo consumo o la colocación de un espejo energético que proporciona los datos climáticos interiores y exteriores, así como el consumo energético que se produce en cada momento.

El arquitecto: Juli Batllevell

Juli Batllevell i Arús nace en Sabadell en 1864. Es hijo de un maestro de obras que le transmite la pasión por la construcción de edificios. Su enseñanza le inicia en los estudios de arquitectura y obtiene el título de arquitecto en 1890. Batllevell desarrolla gran parte de sus obras en Sabadell, hasta el año 1900 cuando se traslada a Barcelona con su familia.

JuliBatllevellEl talento de Batllevell queda manifiesto en las primeras obras. El teatro Euterpe (1892-1893) y la casa Bru-Miralles (1893) favorecen que sea nombrado arquitecto municipal de Sabadell, cargo que se le otorga en 1895 y que conserva hasta el año 1910. A esta etapa pertenecen construcciones sabadellenses como las Escuelas Públicas (1895-1897), la Cárcel Celular (1897) y el cuartel de la Guardia Civil (1911), así como la urbanización de los jardines públicos frente a las Casas Consistoriales, de las que también remodela la fachada (1900).

Batllevell trabaja para grandes clientes provenientes de la emergente burguesía de Sabadell. Su reputación y buen hacer le valen el título de arquitecto municipal en Badalona y la colaboración con Antoni Gaudí en la Casa Calvet o en la casa Trias, en el Parc Güell. También proyecta un buen número de construcciones privadas en Sabadell, Badalona, Barcelona, Castellar del Vallès, Sant Llorenç Savall, Sitges, Mataró o Vallvidrera.

En las primeras décadas del siglo XX, Juli Batllevell es revisor de cuentas de la Sección de Bellas Artes del Ateneo Barcelonés, técnico legal de una de las Comisiones Especiales de la Asociación de Arquitectos de Cataluña e inspector técnico de la “Comisión de Asilos y Albergues” en el momento de su constitución. También trabaja para la Mancomunidad y es designado vocal técnico del Patronato de la Escuela de Funcionarios. El año 1923 es escogido para formar parte de la junta de la Exposición Universal de Barcelona. Muere en Barcelona en 1928.