Expertos subrayan el papel fundamental del biometano en la descarbonización del consumo residencial y piden apoyo para su despliegue

España, a pesar de su enorme potencial, acumula un notable retraso en la producción y consumo de este gas renovable frente a otros países europeos como Francia o Dinamarca.

El gas renovable está llamado a jugar un papel central en la transición energética en España y tiene un gran potencial para impulsar una descarbonización sostenible y eficiente del consumo residencial. El mejor ejemplo es el biometano, que reúne cualidades similares a las del gas natural y puede ser utilizado en las calderas de condensación de las viviendas para ayudar a reducir las emisiones de consumos energéticos vinculados, por ejemplo, con la calefacción. Con la finalidad de abordar el presente y el futuro de este gas renovable en el sector residencial, la Fundación Naturgy ha organizado la jornada ‘Energía para hogares de emisiones cero: el papel del biometano’.

El encuentro ha servido para que distintos representantes de numerosas ramas de la actividad económica ofrezcan su punto de vista sobre el papel que el gas renovable debe jugar en la descarbonización. La oportunidad es enorme, según ha explicado Óscar Barrero, socio líder del sector Energía de PwC. “España tiene potencial para producir anualmente 163 TWh de biometano, en todo el territorio. Esta cifra es ocho veces superior al objetivo que marca el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima”. Este experto ha puesto el ejemplo contrario de Francia, un país con características similares a España, pero donde el despliegue del biometano va muy delante. “El objetivo de Francia es de 50 TWh y el país está poniendo en operación prácticamente 100 plantas al año gracias a un modelo de apoyo muy fuerte a su sector agrícola y ganadero”, ha destacado.

Otro ejemplo de país europeo con un desarrollo muy superior en producción y consumo de biometano es Dinamarca. “Aquí tenemos aproximadamente 60 plantas de distinta capacidad y el Gobierno ha acelerado el plan para cumplir los objetivos ambiciosos de 2040 ya en el año 2030”, ha explicado el danés Torben Brabo, senior VP de Energinet. “El biometano es seguro y verde, dos caras de la misma moneda. Nuestra actual producción es de 10 TWh y ahora trabajamos en producir aún más, cubrir el 100% de la demanda en 2030, y exportar”, ha comentado.

Por su parte, Luis del Barrio, partner de Práctica de Energía (EN&UTL) de Arthur D Little (ADL), explicó las conclusiones del estudio “Descarbonización de la demanda de calor de los hogares: palancas de aceleración del proceso”. En este informe, ADL concluye que “la bomba de calor en determinadas zonas y condiciones de operación y para determinados grupos de población no es la solución más eficiente, por lo que se debe contar con otras alternativas de alta eficiencia y/o uso de combustibles renovables”. “Las soluciones basadas en las nuevas calderas de gas se presentan como sencillas y eficientes, y el mayor uso de gases renovables incrementará esta eficiencia en el largo plazo”, añadió.

Según datos del informe, el cambio completo de instalación por bomba de calor que cumpla criterios de renovable puede suponer entre 10.000 y 20.000 euros (el 50% de la renta media anual de un hogar español), y requiere dejar la vivienda entre 12 y 16 días para la instalación, además de que también requiere incrementar la potencia a contratar (entre 1,5-4,5kW adicionales) durante todo el año. Más del 66% de las viviendas de España se encuentran en edificios, lo que limita el uso de la bomba de calor dado el espacio disponible, la normativa del edificio o de las comunidades de propietarios, y la proximidad de los equipos entre sí en los patios, que podría afectar a su rendimiento.

En la misma línea se ha pronunciado Nicolás Klingenberg, presidente de la Asociación de Fabricantes de Generadores y Emisores de Calor (Fegeca). “Estimamos que en el 70% de las viviendas no se podría instalar una bomba de calor en los hogares por falta de espacio, por lo que las calderas son una vía eficiente de descarbonización. No se puede confundir la tecnología de combustión con qué gas se está utilizando, y en el caso de las calderas tenemos una ventaja porque la utilización de biometano en todo el parque es susceptible”, ha remarcado.

El gas renovable también ha entrado con fuerza en el sector inmobiliario y son varias las promotoras que ya están trabajando de la mano de Nedgia, la distribuidora de gas del Grupo Naturgy, para introducir su suministro en las nuevas edificaciones. Una de ellas es Aedas Homes. “El gran caballo de troya que nos queda ahora es el de las emisiones de CO2. El tema de la eficiencia está superando y nos tenemos que centrar en emisiones. Hay tecnologías ya existentes y lo que hay que ver es el combustible que utilizar. Habrá una transición en la que el biometano será fundamental”, ha destacado Diego Demaría López, director de Sostenibilidad de AEDAS Homes.

Por último, Raúl Suárez, CEO de Nedgia, concluyó la jornada destacando el rol fundamental que tiene que jugar el gas en la descarbonización y remarcando el compromiso de Naturgy y el sector energético con la reducción de emisiones. En este sentido, apuntó que el papel del biometano será clave en la descarbonización del consumo residencial y pidió que el consumidor esté dentro del proceso porque cualquier solución de descarbonización que se plantee debe ser sostenible económica y socialmente.

“España necesita y puede tener mucha más ambición e impulso en materia de gases renovables, pero sin embargo nos estamos quedando muy limitados en relación con nuestro potencial. El biometano es la gran oportunidad que tiene que aprovechar España en materia de energía renovable y es la forma más sostenible de alcanzar la descarbonización residencial”, finalizó.

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