Los hogares españoles podrían reducir un 27% sus facturas energéticas si aplican mejoras en sus hábitos y en equipamiento
Esta disminución permitiría un ahorro económico de 4.350 millones de euros al año y se evitaría la emisión de casi 15 millones de toneladas de CO2.
Las comunidades autónomas más eficientes son Valencia, Cataluña y Cantabria.
La Fundación Naturgy publicó esta mañana los resultados de la última edición del Índice de Eficiencia Energética en el Hogar. Este estudio refleja que los españoles podrían reducir un 27,4% sus facturas energéticas con mejoras en sus hábitos y en equipamiento. En este sentido, unas ligeras modificaciones de los usos y las costumbres permitirían ahorrar 4.352 millones de euros a los hogares españoles en las facturas energéticas cada año.
La energía susceptible de ser ahorrada son casi 50.000 GWh, el equivalente al 18% de la demanda eléctrica total de España en 2017. Con este ahorro, además, se evitaría la emisión de 14,7 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, las mismas emisiones que realizan 4,8 millones de turismos al año, el 21% del parque móvil existente en España.
El director general de la Fundación Naturgy, Martí Solà, destacó que “este observatorio se enmarca en las acciones de sensibilización de la Fundación, con las que se promueve el uso racional de los recursos energéticos y el fomento del desarrollo sostenible. Con esta nueva edición del estudio, se constata que la eficiencia y el ahorro energético están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana”.
El Índice de Eficiencia Energética 2018 refleja que los hogares españoles tienen un mayor potencial de ahorro energético en equipamiento (43,3%) y en calefacción (25,3%). Los porcentajes son inferiores en iluminación (20%), aire acondicionado (18,3%) y agua caliente (13,7%).
Mejora la nota energética de las familias
El estudio de la Fundación Naturgy contiene un Índice Global de Eficiencia Energética Nacional, que evalúa el equipamiento, control, mantenimiento y cultura de los hogares en una escala del 0 al 10. En esta edición, el índice se sitúa en 6,46 puntos, un 1,1% más que en la pasada edición. Es la primera vez desde 2011 que este indicador registra una mejora que, aunque ligera, es significativa por suponer un cambio de tendencia. Además, cabe destacar que el Índice de Eficiencia Energética ha experimentado un crecimiento del 5,73% desde la primera edición, en 2004, lo que refleja que los ciudadanos son cada vez más conscientes de las medidas de ahorro y eficiencia.
La mejora del Índice Global de Eficiencia Energética viene motivada por los ascensos de los subíndices de ‘Control’ (1,8%), ‘Cultura’ (1,39%) y ‘Equipamiento’ (1,11%), tres de los cuatro medidores que componen el estudio. El único indicador que desciende es ‘Mantenimiento’, que obtiene el resultado más bajo de toda la serie histórica desde 2004
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