El desarrollo del autoconsumo compartido y los agregadores de demanda impulsarán el papel del consumidor en la transición energética

Un estudio elaborado por PWC y publicado por Fundación Naturgy sostiene que es necesario seguir trabajando en nuevas medidas regulatorias y en la simplificación de las tramitaciones para avanzar en la implantación de estos mecanismos, pero recuerda que se seguirán requiriendo otras medidas de flexibilidad y estabilidad del sistema ante la transformación del sector.

El autoconsumo de energía solar fotovoltaica está empoderando a los consumidores y se espera que se extienda en mayor medida con el desarrollo del autoconsumo compartido y de los agregadores de demanda. Según el estudio ‘El papel del consumidor y la gestión de la demanda en la transición energética’, editado por PWC y publicado por Fundación Naturgy, estas herramientas impulsarán el papel del consumidor en la transición energética.

El crecimiento del autoconsumo solar en nuestro país se ha multiplicado por 2,5 desde 2018, gracias a los nuevos desarrollos normativos, y “cabe destacar el importante papel que están jugando las ayudas recogidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que recoge incentivos específicos para el desarrollo del sector del autoconsumo en nuestro país”, destaca el informe.

El autoconsumo, junto a los sistemas de almacenamiento y a la figura de los agregadores de demanda, serán los principales mecanismos con los que contará el consumidor para contribuir a la flexibilidad del sistema eléctrico y a la integración de las energías renovables.

Óscar Barrero, socio de PWC España y líder de Energía en área de Consultoría, explica que “la implantación de estos nuevos modelos tendrá que ir acompasada con el desarrollo de la normativa e incluso es bueno que sea ordenada, para ver qué impacto tiene en la gestión de la red”.  Barrero recuerda que el PNIEC prevé que para 2030 la capacidad instalada de autoconsumo solar representará el 5,5% de la capacidad total instalada y cubrirá el 5,6% del total de la demanda eléctrica estimada para ese año.
En este sentido, Barrero sostiene que “todas estas herramientas no van a ser suficientes y se van a seguir requiriendo otras que den flexibilidad al sistema y estabilidad para la transición energética, como la generación convencional o el almacenamiento a gran escala”.

Agregadores de demanda para participar en el mercado eléctrico

En el ámbito del consumo compartido, la opción más avanzada de las comunidades energéticas permitirá a varios consumidores-productores intercambian sus excedentes de energía. El documento señala que “en España, las comunidades energéticas están menos desplegadas que en otros países europeos debido, especialmente, a la necesidad de un modelo regulatorio que las contemple y la aparición de los modelos de negocio que las hagan viables”, explica Óscar Barrero, socio de PWC España y líder de Energía en área de Consultoría. Según datos del informe, en nuestro país existen solo 33 comunidades energéticas, mientras que Alemania lidera Europa con 1.750, seguida de Dinamarca con 700 y Países Bajos con 500.

Por otro lado, “la regulación de la gestión de la demanda en España y el despliegue posterior de soluciones que la permitan llevar a cabo van a ser unos factores muy importantes a la hora de encontrar el equilibrio entre el despliegue e integración de las energías renovables y la electrificación del sector energético”, según el estudio.

Barrero define esta figura como “decisiva” para que “el consumidor dé un paso adelante a la hora de regular su consumo llevándose algún tipo de beneficio a cambio, desde simplemente conseguir ahorro en su factura eléctrica hasta el límite de participar de manera activa, a través de un tercero, en los mercados eléctricos”.

El informe recuerda que actualmente, el referente más similar que podría encontrarse en España son los mecanismos de interrumpibilidad para grandes clientes industriales, “sin embargo, queda lejos del concepto de gestión o respuesta a la demanda”.

“A diferencia del resto de países del entorno, en España no existe una regulación propia que defina los mecanismos que permitan a los agregadores de la demanda participar en el mercado mayorista de electricidad, por lo que se espera un largo recorrido para posicionar esta figura como una nueva herramienta, tanto para responder a las necesidades de los consumidores como de la transición energética”, explica Barrero, que destaca que “el PNIEC 2021-2030 indica dentro de sus medidas la necesidad de desarrollar esta figura”.

Los expertos abogan por acelerar la regulación

El estudio se presentó hoy en un webinar, en el que participaron representantes de la administración, los consumidores y el sector privado.

La subdirectora general de Prospectiva, Estrategia y Normativa en Materia de Energía del MITECO, Miriam Bueno, destacó el papel del consumidor como generador de energía, gestor de la demanda y agente del sistema, y los avances en esta materia que el Gobierno español ha hecho a través del PNIEC y documentos como la Hoja de Ruta del Autoconsumo o la Estrategia de Almacenamiento. Bueno también hizo énfasis en la importancia de abordar las innovaciones regulatorias a través de la fórmula de los sand boxes, y en este sentido se refirió a la reciente convocatoria del MITECO para financiar proyectos piloto de comunidades energéticas y poder avanzar en la adecuación de la regulación de estas figuras.

Francisco Espinosa, socio director de la Asociación de Consumidores de Electricidad, explicó que la flexibilidad para el sistema eléctrico que pueden ofrecer los consumidores con el autoconsumo compartido, las comunidades energéticas o los agregadores de demanda, no debe afectar a su proceso productivo. “Los mercados locales de capacidad son el campo idóneo para la demanda, que puede ser igual de útil que la generación en determinados momentos, pero necesitamos que nos pongan al mismo nivel a competir. Y para ello necesitamos que se regule totalmente la figura de los agregadores independientes de demanda”, añadió.

Y por su parte, Victoria Olascoaga, responsable de Generación Distribuida de Naturgy, explicó la importante apuesta que la compañía ha hecho por el autoconsumo, y abogó por la simplificación y homogeneización de las tramitaciones para activar las instalaciones. “Para desbloquear todo el potencial del autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas se requiere todavía mucha sensibilización e información; hay que clarificarlos derechos y obligaciones de determinadas figuras desde la regulación; y también es importante garantizar las cadenas logísticas, y que exista mano de obra cualificada para atender este sector y abordar su crecimiento con garantías y solvencia”, según Olascoaga.

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