La solución a la pobreza energética pasa por la estrecha colaboración entre las administraciones, las entidades sociales y las empresas
Madrid acogió hoy la jornada ‘El reto de la pobreza energética: causas y propuestas’, donde expertos nacionales e internacionales analizaron las medidas que se están implantando para paliar la pobreza energética tanto en España como a nivel global.
La catedrática de Oxford, Brenda Boardman, afirmó que para paliar esta situación, “debemos empezar por las casas en peor estado, sin que suponga coste alguno para las familias vulnerables”.
Expertos nacionales e internacionales concluyeron hoy que la situación de pobreza energética que afecta a 13 millones de personas en España debe pasar por el trabajo conjunto entre administraciones, entidades sociales y empresas, de forma que se aborde de forma integral y con una visión de largo plazo.
La jornada, organizada por el Instituto de Economía de Barcelona (IEB-UB), en colaboración con la Fundación Naturgy, fue inaugurada por el secretario de Estado de Energía del Ministerio de Transición Ecológica, José Domínguez Abascal; la catedrática de Economía de la Universidad de Barcelona y de la Cátedra de Sostenibilidad Energética (IEB-UB), María Teresa Costa; y el director general de la Fundación Naturgy, Martí Solà.
José Domínguez Abascal afirmó que “desde sus inicios, este Gobierno ha mostrado un compromiso claro con la lucha contra la pobreza energética. Y las recientes medidas que amplían y mejoran el bono social así lo atestiguan. Pero nuestra aspiración es más ambiciosa: trabajamos ya en una Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética que queremos esté lista la próxima primavera. Una herramienta que nos ayudará a conocer en profundidad este problema social, el perfil del consumidor vulnerable y la eficacia de las actuales medidas. A partir de ahí, estableceremos objetivos a medio y largo plazo con medidas concretas y vías de financiación”.
Por su parte, María Teresa Costa destacó que “la pobreza energética es un tema de creciente interés tanto en el ámbito social, como político y empresarial. Para poder dar una respuesta a este reto, es fundamental que las administraciones públicas juntamente con entidades locales, asociaciones de consumidores y empresas energéticas definan una estrategia que permita abordar la incidencia de esta problemática desde una perspectiva integral y con visión de largo plazo”.
Martí Solà afirmó que “la pobreza energética es una situación que afecta a miles de familias y que requiere de la aportación de todos: administraciones públicas, entidades sociales y empresas. Si trabajamos en red, podemos avanzar mucho para hacer frente a esta problemática”. “La experiencia que tenemos en la Fundación Naturgy lo demuestra, con iniciativas como el voluntariado energético, la Escuela de Energía o el Fondo Solidario de Rehabilitación Energética que hemos creado recientemente”, aseguró Solà.
El consejero de Transición Energética y Gobernanza Local de la Comisión Europea, Eero Ailio, clausuró el encuentro con una ponencia dedicada a la ‘Energía limpia para todos los europeos, desde el enfoque de la pobreza energética’, en el contexto de las nuevas leyes energéticas que la Unión Europea está a punto de adoptar. Ailio declaró que “la Comisión Europea ha propuesto disposiciones reforzadas para evaluar, medir y abordar la pobreza energética, de modo que ningún ciudadano se quede atrás durante la transición hacia una energía limpia. Las propuestas han recibido poco apoyo de las capitales europeas”, aseveró.
La conferencia principal de la jornada corrió a cargo de la catedrática de Oxford y creadora del concepto de pobreza energética (fuel poverty), Brenda Boardman, que aportó una visión general del problema de la pobreza energética. En sus estudios, Boardman incluye la relación entre la pobreza energética y la salud física y mental, tanto entre las causas como en los resultados. En relación a la Directiva Europea de eficiencia energética de los edificios, Boardman aseguró que “necesitamos una estrategia para el uso de energía en todos los edificios, para cumplir con los objetivos de reducción de carbono. Debemos empezar por las casas en peor estado, sin que suponga coste alguno para las familias vulnerables”.
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